Aquí hay elecciones presidenciales en octubre, en España ahora adelantadas para noviembre. Todos los candidatos dicen en campaña lo que a los ciudadanos nos gusta oír. Pero en los hechos vemos realmente las políticas de estado que aplicarán. En los 90 el de turno, que duró 10 años (nunca lo voté) dejo un país des industrializado, pensé que éramos el único país que iba para atrás. Las industrias caían en quiebra, se trasladaban a otro país, reducían personal, hasta un 50% los sueldos la opción era aceptar o quedar desocupados. Surgieron mujeres, hombres y niños, revolviendo los desechos de los restaurantes en busca de comida, pidiendo monedas, juntando cartón y otros reciclables. En un país rico en alimentos, era apocalíptico verlo.
Siguiendo políticas del Fondo Monetario Internacional, que hoy luego los desmanes sexuales de su director, pide a la nueva directora respetar los valores más altos de conducta ética, referentes a integridad, imparcialidad, discreción. Me pregunto ¿No consideraran las obligaciones éticas del organismo, la de no presionar a países con crisis económicas pidiéndoles realizar ajustes imposibles de llevar a término? ¿Tampoco dirán nada sobre el empujar a la miseria a millones de personas, gracias a las recetas económicas erróneas impuestas a numerosos países de América Latina, principalmente a mi Argentina durante los 90? ¿Y, sobre la brutal represión al pueblo griego que se opone al ajuste salvaje, dirán algo? No creo hagan mía culpa.
Recuerdo que uno de los slogans de la campaña del electo en el 90 era: ¡Síganme, no los voy a defraudar! Vaya si nos defraudó, soy uno de los sobrevivientes que llegó con mucha dificultad hasta el 2003, en que comenzó una nueva etapa con reconstrucción sin duda, pero que está cerrando con asignaturas pendientes. La situación actual, en varios frentes, no es responsabilidad de un solo gobierno, es el resultado de no haber políticas de estado a largo plazo, con consenso, continuadas, independientemente de quien las ejecute, en un país que fue pionero en muchos órdenes en América Latina. Hay mucho por hacer, un sinnúmero de medios y razones para crecer, siendo solidarios, solo es cuestión de ver quienes y como gobiernan los que salgan electos. Cabiéndole a la ciudadanía, acompañar a quienes conducen si caemos en buenas manos. El mundo global está complejo, hasta el gran país del norte tiene sus bemoles internos, debemos estar atentos, cuidarnos sin dejar de disfrutar los momentos posibles.
Deja tu huella si te apetece y pasas por aquí.
