Antonia vivía en un barrio humilde de la periferia de Rosario, salió al fondo de su casa con un balde de ropa recién lavada, el sol brillaba en esa mañana de verano. Estrella y Lucero, sus perros de raza ovejero alemán, echados sobre el césped, alzaron sus orejas prestando atención a sus movimientos. Se detuvo frente al alambre grueso que utilizaba como tendedero, apoyó el balde en el piso, tomó la toalla grande de su hijo mayor, sonreía al hacerlo pensando en él, con sus 21 años recién cumplidos. Al apoyar la toalla contra el alambre, sus manos quedaron pegadas, su cuerpo temblaba como en convulsiones, no podía gritar, atónita de sorpresa se vio morir. Al instante los perros que eran madre e hijo percibieron la situación, embistiendo sus patas contra su dueña varias veces, uno tras del otro, hasta que la mujer cayó sobre el césped semidesvanecida.
Su marido apareció en la escena ¡Carajo! ¿Qué pasa aquí?- Se acercó corriendo, inclinándose, levanto la cabeza de su mujer, que alcanzó a decir,... tiene electricidad el alambre ¡pide una ambulancia, Manuel! En quince minutos ésta llegó, también la policía del lugar que recorrió la escena del accidente, un cable de electricidad se había cortado, por efecto de un rayo caído en la noche anterior, terminando sobre el alambre del tendedero. A ella la trasladaron,… se pondría bien, el hombre acarició a Estrella que yacía en el césped con los ojos y boca abierta, mostrando sus blancos dientes, había dado su vida por fidelidad a su dueña. No pudo evitar que unas lágrimas se derramen por ella. Lucero era un animal joven, que soportó más, estaba bien, aunque agotado, el veterinario llegaría en instantes para su control.
La vida continúo, cada noche al ver las estrellas recordarían a Estrella, su amiga fiel.
Visitante, deja tu huella si pasas por aquí y te apetece.
19 comentarios:
Me emociona leer cosas así, hay animales que son más "personas" que muchas personas.
Besos
El hombre convierte en fieras a muchos animales.Hay personas malas,otras buenas...
Un beso,amiga.
Magnífico testimonio de amor y entrega. La capacidad de sacrificio y fidelidad de los animales debería ser imitada por muchos humanos.
Muy buen microrelato Miguel.
Te dejo un fuerte abrazo
Fieles por naturaleza, así son ellos.
Besitos Migue, ha sido un relato muy bonito.
Hola belkis, agradezco tu comentario.Los animales son más fáciles de comprender que las personas,que podemos ser muy complejas y engañadoras.Un abrazo va para ti en tu Murcia.
Rosi,podría escribir muchas historias de ellos,salvan vidas,aunque no muchas personas arriesgarían la suya por salvarlos.
Un beso,amiga.
Migue, más allá de sentir una enorme alegría de leerte de nuevo, agradecerte que pases por Letras y me leas. Quiero decirte que me transportaste al lugar, a cada personaje, a esos fieles amigos que salvaron a la mujer. Sabés que soy sensible, creo que me llegaste a conocer y me emocionaste mucho, pero mucho.
Gracias Migue por darme tanto
Hola Migue, es una historia maravillosa; del amor mas desinteresado, el de aquellos seres que nos aman sin pedirnos nada: los perritos.
Un abrazo.
Hola, amigo Miguel:
Me alegra mucho volver a leerte, y esta vez desde la sensibilidad en esta entrada, con este relato que nos has contado sobre la fidelidad de los animales, ellos jamás nos defraudarían, y en cambio, sí son capaces de dar la vida por nosotros, son realmente agradecidos y muy entrañables.
Un placer volver a leerte, amigo Miguel.
Te deseo un feliz fin de semana.
Un beso.
No caben dudas que para ser fieles y agradecidos tenemos que ser más animales. Conmovedora historia. Muy bien contada. Un abrazo.
Silvana,
agradezco tu visita, se que eres sensible y te conmueves,a veces yo mismo me conmuevo con mis propias historias. Pasar por tus letras es un placer amiga.
¡Gracias a ti! Cuídate mucho.
Hola Carolina,
Los perritos nos aman tanto cuando les damos afecto,o aún no tanto, que pueden morir de hambre si no estamos con ellos.
¡Abrazos!
Hola María,
Veo tu foto con un ojo que me mira.Voy a ponerme la corbata,jajaja. Disculpa amiga,sabes que a veces bromeo.Ellos si, nunca nos van a defraudar.
¡Un beso,vuela hacia ti!
Alma,
lo has dicho con todas las palabras,tendríamos que ser más animales,para ser más fieles y agradecidos.¿Sabes una cosa? ésta historia es real,sucedió un año atrás,la noticia me llegó. Solo mi pluma ambientó los hechos,personajes,pero madre e hijo salvaron una mujer,entregando su vida la perra. Conmovedor...
Un fuerte abrazo,amiga.
Jjajajaaj me has sacado sonrisas con tu comentario.
No sé por qué sale en vuestros blogs solo uno de mis ojos cuando en mi perfil vienen dos ¿será que son muy grandes y no caben en la foto? jajaja.
Ya sabes, ponte guapo que te estoy mirando jaja (broma).
Gracias por hacerme sonreir, simpático.
Un beso.
María, es que los ángeles tienen un solo ojo jajaja (según dicen algunos)me gusta poner un toque de humor, aunque...siempre me pongo guapo frente al monitor.La ideas es provocar sonrisas amiga, bastantes cosas serias tenemos alrededor.
Un beso,¡pero mira como has venido a ver como he contestado tu comentario anterior! eres,eres,...tú.Una perla.
Siempre vengo a leer tus comentarios, y aunque éste último ya le había leído y no te dejé mi huella, hoy te la dejo, deseándote un feliz fin de semana, amigo.
Un beso.
Gracias,feliz fin de semana para ti también amiga.
Un beso.
¡Qué tierna y conmovedora historia, Migue! Un acto instintivo que demostró su cariño y fidelidad sin medir consecuencias. Coincido con que muchos humanos han perdido esa capacidad. Un beso grande y muchas gracias por tus visitas y hermosas palabras.
Publicar un comentario