Bariloche 2-11-2003 fuente wikipedia

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sábado, 22 de octubre de 2011

Dejar atrás recuerdos que duelen.

En el transcurso de nuestra vida nos suceden muchas cosas.

Unas nos traen recuerdos de momentos muy felices, otras producen dolor cada vez que vienen a nuestra memoria.

Por otra parte... vemos cada año, caer las hojas en otoño con distintas formas y colores... hermosas en su ciclo de finitud, dejando paso a las nuevas que llegarán en la próxima primavera.

Como todo ciclo vital, deberíamos asimilarnos al de la naturaleza, creando recuerdos nuevos a medida que los días se suceden... el pasado seguirá en nosotros, alguien que nos hirió o herimos, un amor que no fue, pérdidas de seres queridos entre otras cosas.

Vivir nuestro hoy, nuestro presente con actividades y personas que nos ocupen, exijan y que también amemos, no nos dejará espacios ni tiempo para esos recuerdos penosos que se debilitarán hasta ceder.

Siempre tenemos la posibilidad de decir para nosotros mismos o a otros... te perdono, o perdonándonos. -También... te dejo ir, con aceptación.

Soltar aquello que nos duele de una vez, seguir una vida en plenitud, renaciendo como los árboles en primavera.

Diciendo… aquí estoy a quien, o quienes estén a nuestro lado para ser felices juntos.

No sufriremos de amnesia, recuerdos que nos duelen seguirán estando, a veces asoman, conviviremos con ellos... sin estancarnos, llenándonos de un hoy en el que no dejemos de dar y recibir amor.

Migue.

domingo, 16 de octubre de 2011

Decisiones difíciles...pero necesarias.

En nuestra vida nos pasamos tomando decisiones debiendo sobrellevar el resultado de ellas. Procuramos siempre no herir a otros, pero a veces es inevitable, cuando tienes que tomarlas para de alguna manera ser feliz. Te doy un ejemplo tan solo representativo. Si tienes un cachorro de león, juegas con él, lo cuidas durante años, le tomas cariño, pero con el tiempo te empieza a gruñir, y los gruñidos son cada vez más fuertes. Llega un momento que a pesar de los años pasados juntos, ya no le tienes confianza, no estás tranquilo, no eres feliz. Entonces con cierta tristeza, decides que tienen que distanciarse, aunque se sigan viendo, ya no pueden estar juntos. Piensas entonces, yo estaré mas tranquilo, pero él ¿Cómo se sentirá? ¿Sufrirá? A pesar de todo te mantienes firme en tu decisión, porque no te quedaba otra salida, siendo feliz tú, estando bien, él seguirá contando contigo. Y es posible que se adapte a la nueva situación, inclusive tal vez se sienta bien aunque le lleve un tiempo adaptarse. De otra manera, te quemarías en la llama de la infelicidad por el resto de tu vida, te coma o no el león. Cuando lo has intentado todo, y no te queda más nada por hacer. ¿Elegirías la supervivencia de los dos? o seguir arriesgando tu vida siendo infeliz.

¿Tú que piensas?

martes, 4 de octubre de 2011

Nadar contra la corriente.

Por más que tengamos experiencia. Por más que seamos flexibles adaptándonos permanentemente a la situación. Es difícil seguir nadando contra la corriente…los minutos parecen horas, las horas días interminables…hay que seguir a flote hasta llegar a la otra orilla. Es cuestión de más tiempo y paciencia… si o si, no hay otra salida.