La entrevista laboral.

El aviso clasificado pedía: químico para el área de ventas, teniendo cuatro años de experiencia como asesor técnico y promotor, (con cuatro premios anuales recibidos) concurrí, quería probarme como vendedor. Luego de la preselección en una consultora, me derivaron a la empresa solicitante, que era líder en su rubro. Un cadete me condujo hasta una oficina, llegando ante el que sería mi futuro jefe de ventas. Era un hombre de unos cincuenta años, luego de las presentaciones formales me invito a sentarme, diciéndome a continuación ¿Usted quiere trabajar como vendedor aquí? – bién, haga de cuenta que es el producto ¡Véndase! Allí quedó mirándome, no recuerdo todo lo que dije, solo que habré estado unos treinta minutos hablando solo.

Cuando terminé mi parloteo, hubo un diálogo, con preguntas y respuestas, finalizando con; sobre si conocía la empresa, y sus productos, respuesta que di afirmativamente, ya que ésas si las esperaba. Terminamos con un apretón de manos. Luego por el intercomunicador preguntó al gerente de ventas si podía recibirme, éste accedió. Crucé el salón, en una oficina a pocos metros tuve mi segunda entrevista. Ésta fue muy cordial y corta, diría que fue más para echarme un vistazo, percibir si algo no le cerraba, la primera habría sido la del filtro principal. Cuando finalizamos me dijo, va a tener una entrevista más, ya se comunicarán con usted.

Continué con mi trabajo actual, a la semana me pasaron por el celular una dirección para concurrir a control médico, radiografías, análisis clínico y psicológico, detrás de éste último me dije, ¿Pasaré éste filtro? Quince días más tarde me citaron para la tercera entrevista,era con el gerente general. Me cayó bien, en realidad todos los que me entrevistaron, luego de una conversación sobre generalidades terminaba diciendo – Bueno, va a integrarse a nuestra empresa…

– Disculpe, hay un detalle. – Comenté. – No me han dicho cuál va a ser mi sueldo. -¿No? –Ya le informo, dijo mirando dentro de una carpeta que tenía sobre el escritorio. Es de pesos ----- Abrí grandes los ojos mirándole a la vez que le decía. – ¿Sabe que ocurre? - Es lo mismo que gano donde trabajo actualmente. –Humm, déjeme ver, respondió, volviendo a consultar su carpeta. Nuevamente tiró una cifra que era un diez por ciento mayor que la primera.

-De acuerdo, ahora sí, además me interesa desarrollarme aquí. – Contesté. Me miró por encima de sus lentes con un brillo en los ojos y esbozo de sonrisa diciendo. –La empresa se enriquece con hombres de 28 años y su experiencia. - Creo que pudo haber adivinado una picardía en mí, que le cayó bien. En realidad, la primera cifra ya era de un quince por ciento más de lo que yo ganaba, luego agregó otro diez por ciento totalizando un veinte y cinco.

Me había jugado en la entrevista saliéndome bien, los cinco años siguientes demostraron que ambos ganamos, la empresa con los resultados, yo, con la posibilidad de crecer y desarrollarme acumulando experiencia. Ya llevaba catorce años en distintas actividades del mercado laboral, buscando mi lugar, no sabía que esta última sería la que me daría mayores satisfacciones, por las situaciones exigentes y pruebas que tendría que enfrentar.

Nota: La búsqueda de empleo, es hoy en realidad un trabajo de estrategia. En un mercado de poca demanda y muy competitivo, si no se sabe el porqué no nos llaman para una primer entrevista, deberíamos consultar a otros con experiencia. Intervienen un cúmulo de factores. Si somos multifacéticos y flexibles, será más factible encontrar algo en tiempos de crisis, aunque sea temporal.